Por Sam Deep y Lyle Sussman en "Smart Moves" Addison-Wesley, Reading MA, 1990.
- Una sonrisa.
- Un simple y sincero 'gracias'.
- Hacer un reconocimiento público delante de sus pares.
- Una carta personal al empleado con copias al supervisor del empleado.
- Escuchar a un empleado que propone una idea para mejorar la eficiencia y actuar en forma positiva con respecto a esa sugerencia.
- Elegir a los empleados que hayan alcanzado mayores logros en la empresa.
- Preguntar a los empleados que recompensa no-económica les gustaría tener y si es posible otorgársela.
- Regalar un almuerzo ú otro beneficio a los empleados 'cazados con las manos en la masa' en alguna acción positiva o de un hecho exitoso del que hayan sido protagonistas. Designa un grupo de 'cazadores' en toda la empresa.
- Implementar un certificado tipo "Te han nombrado" para dárselo cada vez que escuches algo bueno de algún empleado, ya sea de un cliente, un compañero de trabajo o un superior.
domingo, 6 de mayo de 2007
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3 comentarios:
La verdad que en los tiempos que corren los superiores de las empresas se matan buscando formas de motivar de manera monetaria y no se dan cuenta que en las pequeñas cosas cotidianas se encuentra la verdadera motivación, porque si el empleado se siente cómodo y a gusto con su ambiente de trabajo es mucho más facil que "se ponga la camiseta".
Me encantó tu post.
Besos grandes!
Sí Pato, estoy muy de acuerdo.
Cuando lo monetario es difícil, esto debe estar impuesto, hay que
reconocer que el dinero también importa, pero yo soy de las que creen que las cosas cotidianas, la palmada en el hombro y el reconocimiento público es mucho más gratificante.
Muy interesante este post!
Sí y no solo eso, no solo los uqe son la cara visible necesitan motivación sino todas las personas que integran y hacen al funcionamiento de la empresa. Porque por lo general siempre se acuerdan de los vendedores (los que facturan). Saludos.-
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